Cuando queremos aprender un nuevo idioma, a menudo hacemos lo siguiente: cogemos un libro de texto, leemos nuevas combinaciones de letras, aprendemos las palabras de memoria, memorizamos el orden de las palabras, rellenamos los ejercicios y lo hacemos una y otra vez. ¿No te suena familiar?
Muchos de nosotros todavía podemos recordar reglas gramaticales específicas para los sustantivos masculinos y femeninos en francés o las terminaciones verbales en español. Pero, ¿sabemos realmente hablar el idioma? ¿Nos sentimos seguros comunicándonos en ella?
Durante mucho tiempo, el aprendizaje de idiomas se ha confiado en métodos basados en libros de texto, arraigados en la enseñanza clásica de idiomas, que se centraban en el crecimiento intelectual por encima de la fluidez. Cuando los libros eran la principal fuente de información, estos eran los únicos enfoques disponibles.
Aprender nuevas palabras leyéndolas en un libro de texto, o tal vez practicarlas en voz alta a través de una aplicación, es un enfoque popular para el aprendizaje de idiomas. Pero el aprendizaje de las reglas gramaticales tiene un límite: es el uso de la lengua en situaciones reales lo que realmente nos ayuda a convertirnos en hablantes seguros y fluidos. Hoy en día, con la ayuda de las nuevas tecnologías y de divertidas herramientas interactivas, podemos alejarnos de estos métodos tradicionales y centrarnos en el uso de la lengua en el mundo real.
Nos hemos inspirado en cómo aprenden idiomas los niños y, con la ayuda de la Universidad Carolina de Praga, hemos creado una forma nueva, divertida y eficaz de aprender para adultos.